Viste de negro que no opaca su belleza
el mismo negro que se ocupa de tiempos remotos.
El mismo que la adormece en su depresión.
Pero aun así es deseada,
pero el carisma de su alma
no le permite replicar lo que yo escribo,
pero que importa.
Solo soy el trobador que cuenta
esta epopeya romántica.
Muchos la desean,
muchos la anhelan,
pero poco la obtienen
aunque encandila, y el miedo
a quererla nos hace correr.
